Escribo desde Bagan, desde Myanmar todavía hoy en día, en el año 2007 es bastante complicado conectarse a Hotmail. El gobierno militar tiene vedado el acceso a varias páginas Web que puedan abrir los ojos a las gentes locales. Aquí me podéis ver en el autobús en el que recorrí los 550 kilómetros que separan la capital Yangoon de la ciudad de Bagan, o lo que es lo mismo, las 16 interminables horas de ruta. Las carreteras tienen un solo carril y los conductores son especialistas en driblar a las bicicletas, las carretas, las cabras y demás vehículos que circulan por la misma vía. Además los viajes se realizan en la mayor parte por la noche, con lo que la sensación de impotencia se acrecienta más El autobús hace paradas cada dos horas, pero no para que la gente vaya al baño, sino para arrojar agua fría al radiador y al motor que se calienta demasiado. El viaje en sí es una aventura controlada por un chófer que desconoce tu idioma y que parece tener todas las curvas de la carretera dentro de un disco duro en el interior de su cabeza…
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