Aquí estamos con la moto con la que nos paseamos por Chennai. Las distancias son enormes y aquí, hasta los más humildes tienen estas motos japonesas que gastan muy poquito, un litro cada 60 kilómetros mas o menos. No van muy deprisa por la ciudad pero lo suficiente para asustar al que no esta acostumbrado a este tráfico. Yo había pasado un poquito de miedo en Sicilia conduciendo, pero nada que ver con la India. Los colores de los semáforos son de adorno, y el deporte nacional es sonar el claxon cuanto más fuerte mejor.
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