De entre todos los museos que he visto en mi viaje, creo que uno de los que más me ha impresionado ha sido el museo del oro de bogotá. Allí se encuentran los mayores tesoros de los pueblos precolombinos y algunos de elloses único en su género. He querido traer tres pequeños ejemplos de cómo trabajaban el oro hace cientos de años.
En el primero aparece una figura humana con rasgos y aspectos animales que se interpreta como un chamán o sacerdote que asumía los poderes de los animales para poder sanar a las personas o para poder interpretar el futuro.
La segunda foto, UNA DE LAS PEORES FOTOS QUE SE PUEDEN PONER EN UN BLOG, es un ejemplo impresionante de las leyendas que circulaban en el siglo XVI en Europa. La pieza se encuentra en una sala sólo para ella y con poca iluminación, pero si están interesados se pueden ver buenas fotos en internet si entran la entrada de BALSA MUISCA. Es el origen de la leyenda de EL DORADO:
Cuentan que el pueblo muisca, una vez al año, revestía de oro a su gobernante, lo subía en una balsa y arrojaba al lago cantidades de oro y piedras preciosas para hacer una ofrenda a las aguas y a las fuerzas poderosas. Los españoles cuando se enteraron de este relato recorrieron los territorios moiscas para encontrar ese fabuloso lugar.
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