Un homenaje a la Sonrisa Etrusca de José Luis Sampedro...
VILLA GIULIA, ROMA
El legado que nos dejó la civilización etrusca, se puede entender viajando por su territorio. Las zonas de Roma, Lazio, Umbria y Toscana son las más favorecidas en cuanto a restos de necrópolis y a obras que nos siguen asombrando hoy en día. Pero en Roma, a lo largo de la vía Flaminia, se haya la Villa Giulia, con en que quizás es uno de los iconos más bellos de esa civilización. El sarcófago de los esposos. Dos seres que incluso en la muerte se siguen mirando llenos de amor y con una sonrisa enigmática que les lleva a atravesar las fronteras del más allá gozando de todos los momentos que han tenido de ternura y cariño. Estamos hablando del siglo VI a. C., pero podría ser una oda al amor universal que no conoce fronteras temporales y que no se asusta por las distancias.
Este sarcófago fue hallado en Cerveteri.
En otra de sus vitrinas podemos admirar una copia exacta de las tres láminas de oro con inscripciones en etrusco dos de ellas y una en fenicio. Podría haber sido nuestra piedra Rosetta de la etruscología pero todavía estamos lejos de desentrañar los misterios de la lengua etrusca. No obstante nos proporcionan claves importantes para descifrar algunas palabras y frases estereotipo.
CERVETERI
Cerveteri, y su necrópolis de la Banditaccia, es quizás la necrópolis más impresionante del mundo etrusco. No se encuentran frescos como en la necrópolis de Tarquinia, pero sus tumbas y túmulos están en un ambiente que nos lleva a siglos atrás. La vegetación sigue formando parte del lugar. Los túmulos están cubiertos por césped y matojos que dan la impresión de seguir siendo un ente vivo. se trata de montículos circulares y algunos excavados en la roca que quieren reproducir las moradas de los vivos.
TARQUINIA, Necrópolis de Monterozzi
La necrópolis de Tarquinia nos suministra los ejemplos más notables de tumbas decoradas con frescos. La tumba de los leopardos, del siglo V a. C. donde aparece una escena de banquete y encima de las figuras humanas, dos leopardos enfrentados es un claro ejemplo del nivel técnico al que llegaron los etruscos y nos da pistas de su concepción de la vida en el más allá. Las figuras están dotadas de una gran sensibilidad y parece que el espectador esté siendo invitado al ágape.
TARQUINIA
A la ciudad medieval de Tarquinia, se accede a través de una puerta abierta en la muralla y el primer edificio que nos encontramos es el palacio renacentista Palazzo Vilelleschi, que es sede del museo nacional etrusco.
Muchas son las obras de arte del museo de Tarquinia, pero quizás la más asombrosa sea los dos caballos pertenecientes al Santuario del Ara de la Reina del siglo IV a. C. y que dan muestra de la perfección técnica alcanzada por los etruscos. Se trata de dos caballos alados que formarían parte del fragmento del frontón de un templo, en el que ellos tirarían de un carro en el que podemos distinguir incluso los arreos que llevaban los corceles. Tallados en terracota policromada de la que se pueden observar algunos restos de la pintura.
SARCÓFAGO DEL MAGISTRADO, Museo de Tarquinia
El sarcófago del magistrado Laris Pulena, tiene ese nombre ya que en el rollo que lleva en sus manos nos cuenta él mismo cómo se llama y un resumen de su vida, recordándonos que ha sido autor de textos sagrados. Ese pergamino es el que eleva este sarcófago a un pedestal dentro de los cientos de sarcófagos etruscos de que disponemos.
Además, en su parte inferior, se representa al magistrado siendo conducido a la ultratumba, donde le esperan las divinidades del más allá.....
PERUGIA
La ciudad de Perugia conserva El Arco Etrusco, que es una de las siete puertas de la muralla etrusca de defensa. Su construcción data del III siglo a. C. Hay dos torres trapezoidales que delimitan la puerta a los lados.
Sobre una de las torres se construyó en época renacentista una loggia. Y encima de la puerta se puede ver un friso decorado con formas circulares.
VOLTERRA
El gran teatro romano de la ciudad etrusca de Volterra, es uno de los hitos principales de la ciudad.
BOMARZO, El Bosque Sagrado
Si comenzamos nuestro pequeño viaje haciendo una alusión al libro de Jose Luis Sampedro, no podemos olvidarnos del libro del escritor argentino Manuel Mujica Láinez, titulado Bomarzo. Cerca de Viterbo se encuentra este jardín poblado por imágenes míticas y alegóricas que Pier Francesco Orsini en el siglo XVI creó según sus extravagantes visiones y deseos. La foto nos muestra la imagen del Orco, que con sus fauces abiertas nos devora y nos adentra en su territorio.
